El kuzu es el almidón que proviene de la planta Pueraria Lobata y funciona como espesante. Pero sus propiedades van mucho más allá: hace más de 1.400 años se empezó a utilizar para combatir los dolores de cabeza y vómitos y, en la actualidad, también se emplea para problemas gastrointestinales.
Con kuzu, se elaboran muchas combinaciones medicinales para:
- trata malas digestiones, inflamación abdominal, diarreas;
- problemas de adicción;
- buscar un efecto relajante;
- dolores ocasionados por la menstruación;
- síntomas de resfriados;
- recuperar la vitalidad;
- entre otros.
En la cocina, su uso cada vez es más frecuente y es el sustituto saludable de la maicena. La diferencia con respecto a la maicena es que no contiene harinas y es mucho más fácil de digerir, además de sus propiedades medicinales. Es cierto que su coste es elevado, pero usarlo en ocasiones concretas como cuando necesitamos relajar el cuerpo y queremos crear un postre o una salsa saludable, ¡el kuzu será una opción excelente!

Receta con kuzu: ame kuzu
Esta bebida es dulce y relajante, de hecho ‘ame’ significa dulce en japonés. Indicada para períodos de estrés o que necesitamos eliminar tensiones, e incluso cuando el hígado está cargado. Preparar esta bebida es muy sencillo, tan solo necesitas 10 minutos y estos ingredientes:
- 200 ml de zumo ecológico de manzana.
- 1 cucharada pequeña de kuzu.
Sigue estos pasos para preparar ame kuzu:
- Diluye en una tacita el kuzu con 2 cucharadas de zumo frías.
- Coloca en un cazo el kuzu ya diluido (es importante diluirlo en frío) junto con el resto de zumo de manzana.
- Cocina a fuego lento, hasta que empiece a espesar y tome un tono traslúcido.
- Disfruta de esta bebida. A ser posible en una posición cómoda, en silencio. Recuerda que es un remedio principalmente para períodos de estrés y de tensión en el cuerpo. Ayúdate generando momentos en el que tu cerebro entienda que todo está bien y que se trata de un proceso transitorio.
Si te cuesta dormir por las noches, puedes implementar este hábito que te ayudará a relajar el sistema nervioso. Eso sí, no lo hagas solo un par de días, repítelo hasta que tu descanso vaya mejorando.
